México, 27 Feb (Notimex).- La Polineuropatía Amiloidótica Familiar (PAF) o enfermedad de Andrade es un trastorno degenerativo del sistema nervioso que se presenta entre la tercera y cuarta décadas de vida, que afecta órganos vitales como el corazón y los riñones.
Se trata de una enfermedad hereditaria altamente incapacitante y aunque ya existen fármacos que pueden retrasar la progresión del daño, el trasplante de hígado es la mejor terapia para el paciente.
La Fundación de Familias con Amiloidosis en México (FFAM) pidió que en el país se reconozca este padecimiento como un problema de salud que requiere atención inmediata, pues se estima que aproximadamente 130 personas viven con esta condición hereditaria.
“Las consecuencias de esta rara enfermedad no sólo ocasionan discapacidad, ausentismo laboral y hospitalizaciones frecuentes, sino también gastos superiores a los 15 mil pesos mensuales para la familia y el paciente”, expuso el director general de la FFAM., Alejandro Cerezo Moreno.
En el marco del Día Mundial de las Enfermedades Raras que se conmemora el 28 de febrero, expresó que estos pacientes deben recorrer un largo camino antes de ser diagnosticados, pues en ocasiones tardan hasta cinco años.
Explicó que la enfermedad provoca la acumulación (fibrillas amiloides) de una proteína producida por el hígado en diferentes tejidos del cuerpo, lo que con el tiempo altera el funcionamiento de los nervios y órganos vitales como corazón y riñones.
La PAF es conocida también como enfermedad de Andrade porque en 1952 fue descrita por el doctor Corino Andrade. Antes, las personas que tenían esta enfermedad empezaban arrastrando los pies, después dejaban de caminar y más tarde fallecían sin que se conociera la causa.
Los síntomas son diversos, pero es frecuente que inicie en las piernas con hormigueos, entumecimiento, pérdida de fuerza y de sensibilidad, pérdida de sudoración.
Posteriormente, la enfermedad afecta a las extremidades superiores, tronco y otras partes del cuerpo, además de que puede haber estreñimiento y luego diarreas frecuentes, entre otros signos.
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